LITOTERAPIA

La litoterapia o terapia de cálculos es relativamente simple de aplicar y es muy efectiva.
Involucra al cuerpo, por un lado, los oligoelementos que componen los cristales y, por otro lado, las ondas emitidas por estas piedras. Estas ondas son energías a nivel orgánico, mental y emocional.

Esta disciplina tiene un pasado prestigioso. En primer lugar el cuidado por las piedras se encuentra en el Oriente desde los inicios de la Medicina.
En China, se daban piedras trituradas a los enfermos para que las absorbieran. Los documentos antiguos muestran que en esta Medicina Tradicional Taoísta, cada meridiano, estos corredores de energía, estaba en armonía con una piedra en particular.
En la India, los médicos consideraban que las piedras tenían una gran influencia no sólo en la salud física de sus pacientes, sino también en su psique e incluso en su destino.

Aquí en el Oeste, Santa Hildegarda de Bingen revela las propiedades de muchas piedras.
Hoy en día, sabemos por la experiencia científica forjada en los últimos cien años, todas las muchas propiedades de los cristales. Su dimensión vibratoria ya no se puede demostrar y se utiliza ampliamente en la tecnología moderna.
El hombre es tanto un transmisor como un receptor de ondas. Cuando entra en resonancia, en armonía, con un cristal, puede producirse un efecto terapéutico.
De hecho, muchas joyas han sido fabricadas para rectificar las energías perturbadas. ¿No es curioso que cada individuo tenga un gusto particular por las piedras. Elegir una joya, ya sea simple o preciosa, es siempre un ejercicio en el que cada uno da rienda suelta a su intuición y sensibilidad...

Así, las piedras tienen propiedades que actúan sobre nuestros sentidos porque las gemas están compuestas de minerales idénticos a los que contiene nuestro cuerpo.
Actúan por el color que emiten: ondas vibratorias y cromáticas. Las vibraciones de color difundidas no son energías insignificantes para el equilibrio físico y psicológico. La energía del color actúa fuertemente sobre la sensibilidad, incluso condiciona las funciones fisiológicas. 
Las piedras que se usan en las joyas transmiten sus propiedades cuando están en contacto con
la epidermis por reacciones enzimáticas. Difunden elementos como el cobre, el litio, el silicio, etc. en dosis infinitesimales. Es obvio que el elixir de cristal absorbido puede inducir resultados muy interesantes en las diferentes partes del cuerpo. 
Finalmente, el cuarzo actúa por piroelectricidad y piezoelectricidad.
Los cristales nos transmiten su energía para restablecer nuestro equilibrio iónico (iones positivos y negativos).
El encuentro de las energías minerales y las del hombre es obvio y científicamente reconocido.